Seguramente no lo sabes, pero no solo los romanos tenían una asombrosa habilidad para adaptar las condiciones adversas de la topografía a sus necesidades. También los incas, quienes construyeron Macchu Picchu y la fortaleza de Ollantaytambo sin que la ciencia sepa hasta ahora cómo pudo ser posible levantar piedras de miles de toneladas en ese tiempo prehispánico, supieron darle la vuelta a cualquier obstáculo del terreno que los rodeaba, aprovechando en casa caso las condiciones de los diferentes ecosistemas en los que se desarrolló el Tahuantinsuyo.