Las galgas extesiométricas son transductores de tipo resistivo que se utilizan para la medida de pequeños desplazamientos.
Son sensores de hilo metálico o material semiconductor construidos para que varíe su resistencia cuando se deforman.
Su funcionamiento se basa en el efecto piezorresistivo, que es la propiedad que tienen ciertos materiales de cambiar el valor nominal de su resistencia cuando se les somete a ciertos esfuerzos y se deforman en dirección de los ejes mecánicos. Un esfuerzo que deforma la galga producirá una variación en su resistencia eléctrica.