Entre los ensayos de flexión por choque, el más utilizado es el ensayo de resiliencia, conocido también como ensayo Charpy, en el que se dispone, por lo general, de una probeta se sección cuadrada con una entalla en su parte central.
El ensayo consiste en golpear la probeta por el lado opuesto a la entalla con un péndulo que se deja caer desde una cierta altura.
Mediante este ensayo calculamos la resiliencia de un material, la cual podemos definir como la resistencia que opone un material a romperse al ser golpeado bruscamente.