Los frigoríficos son un enigma: los enchufas a una toma de corriente, los pones en marcha y misteriosamente el calor empieza a desvanecerse en su interior. La mayoría de las cosas que se conectan a una toma de fluido eléctrico se calientan enseguida, desde tostadoras hasta televisores. Pero los frigoríficos se enfrían.