Todos tenemos en casa el típico bote de agua oxigenada para lavar heridas, algo de betadine o mercromina (sí, aún se vende) o una caja de tiritas. La clásica recopilación de utensilios por si nos hacemos una herida en casa. No es suficiente para llamarlo botiquín de primeros auxilios. Se necesitan otras cosas para cubrir todos los imprevistos relacionados con un accidente doméstico.