Sencillos experimentos en los que construyo un altavoz rudimentario, aunque suficiente para comprender cómo funcionan.
Un altavoz consiste en una bobina situada en las proximidades de un imán. La bobina a su vez está pegada a un cono de cartón. Al circular la señal eléctrica que lleva la información analógica del audio por la bobina se crea un campo magnético que interacciona con el imán, de forma que la bobina se acerca y aleja del imán conforme se atraen o repelen respectivamente. Ese movimiento es transmitido al cono de cartón que vibra en consecuencia produciendo las correspondientes ondas sonoras.