JORDI GUARDIOLA 20-05-2014 - 10:43 CET
La miopía tiene fundamentalmente dos elementos que la desarrollan, la estructura genética y el uso que hacemos de la visión. Es decir, que si hay antecedentes familiares de miopes, hay muchos números que el niño pueda acabar teniendo este déficit visual. Con todo, los optometristas y terapeutas visuales coinciden en señalar que el uso que hacemos de los ojos de pequeños condiciona la calidad futura de la visión, y que determinados hábitos pueden acelerar o ralentizar determinados procesos.
El abuso de la exposición visual a tabletas o dispositivos móviles cuando el aparato ocular aún está en fase de maduración puede anticipar la aparición de la miopía. Araceli Garcia Cardona es optometrista y miembro de la Asociación Catalana de Optometría y Terapia Visual: " Para los niños de tres y cuatro años, cuando la visión todavía no está madura, es totalmente perjudicial . Los niños deben jugar, deben moverse, con experimentar y las pantallas, el mínimo posible . Y con niños de más edad, a partir de 10-12 años, se ha de dosificar porque también es un componente muy adictivo"
Los optometristas y terapeutas visuales han detectado un aumento de casos en que los menores que presentan esta dificultad de visión están muy familiarizados con la utilización de dispositivos de este tipo