Salud Visual 2.0

08-11-2013 | SALUD Y BIENESTAR | CAMPAÑA DEL COLEGIO DE ÓPTICOS ARGENTINA

Cada vez son más los negocios que venden anteojos: desde locales de ropa hasta puestos callejeros. Pero el problema es que sólo las casas de ópticas están autorizadas, por ley, a comercializar lentes.
Desde el Colegio de Ópticos de Santa Fe, advierten sobre los peligros que los lentes truchos pueden provocar en la visión. Según los especialistas, los anteojos mal confeccionados son "una de las más temibles amenazas que acechan a los ojos", ya que pueden "ocasionar daños irreparables".
Por eso, una ley provincial establece que sólo las casas de ópticas están habilitadas para ofrecer lentes a la población. "Cada óptica cuenta con un técnico óptico que tiene la responsabilidad de velar por la salud visual. Este profesional se capacita durante años para poder confeccionar adecuadamente las gafas que cada persona necesita, basado en las recomendaciones realizadas por el médico oftalmólogo", explican desde el Colegio de profesionales.

MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El uso de gafas de sol 'de juguete' puede provocar daños oculares en los niños debido a que no bloquean la radiación ultravioleta ofreciendo, por tanto, una "falsa sensación" de seguridad, según ha advertido el presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, Juan Carlos Martínez Moral.

   Y es que, el ojo del niño resulta más vulnerable que el del adulto porque antes del primer año de vida, el cristalino, que ejerce de filtro, deja pasar a la retina el 90 por ciento de la radiación UVA y el 50 por ciento de la UVB; su pupila permanece más dilatada; y la pigmentación del ojo, que actúa como barrera protectora, se va oscureciendo con el paso del tiempo.

   "La consecuencia es que, casi el 50 por ciento de la radiación ultravioleta a la que nos vemos expuestos a lo largo de la vida se produce antes de cumplir los 18 años. Entre los daños que surgen a corto plazo destacan las queratitis o quemaduras solares, que en los más pequeños se manifiestan con síntomas de dolor, fotofobia y enrojecimiento de los ojos. A largo plazo, el daño puede ser más grave, en forma de alteraciones corneales, lesiones degenerativas y quemaduras agudas en la retina, que afectan a la visión de forma permanente", ha señalado el experto.