22 marzo, 2013
Neurocientíficos e ingenieros italianos de materiales están desarrollando un polímero que servirá para fabricar retinas artificiales. En su estudio, publicado en la revista “Nature Photonics“, el equipo dirigido por Fabio Benfenati ha sido capaz de probar la capacidad del nuevo material de convertir luz en estímulos eléctricos y demostrar su efectividad en implantes realizados en ratas.
Los investigadores italianos alcanzaron resultados iniciales prometedores en 2011, y anuncian ahora públicamente el cultivo de neuronas sobre un polímero biorgánico sin alterar las funciones biológicas de la red neuronal. Aquellos primeros resultados parecían indicar que en un futuro podría aplicarse este material en la fabricación de retinas artificiales.
Dos años después, el equipo italiano ha demostrado las propiedades ópticas del material y expuesto unos resultados preliminares que demuestran su efectividad en animales vivos.
A pesar de que otros grupos trabajan en el desarrollo de microchips para restaurar la visión de personas afectadas por degeneración macular o retinitis pigmentaria, este material polimérico podría implantarse en retinas dañadas o retinas artificiales sin la utilización de más implantes electrónicos. Su ventaja frente a estos últimos reside en su fácil adaptación a la forma del ojo y su gran flexibilidad. En su experimento, asociaron el polímero a retinas dañadas y comprobaron que gracias a sus investigaciones, los pulsos de luz se convertían en actividad eléctrica, de forma similar a lo que ocurre de manera natural con los fotorreceptores de retinas normales. Una vez que el material se expone a la luz, acumula al parecer las cargas negativas en su superficie, y luego éstas se convierten en positivas en las células nerviosas, momento en que estas se activan eléctricamente.
Aunque el material no respondía frente a la luz con la misma efectividad que los receptores normales de retinas no dañadas, este experimento suponía un avance considerable para pacientes con enfermedades degenerativas que causan ceguera. Para demostrar la eficacia de inplantes con este nuevo polímero, decidieron comenzar los experimentos en animales. Utilizando ratas de laboratorio que sufrían retinitis pigmentaria inducida, el equipo italiano observó que era capaz de restaurar en parte la visión de los animales. Aunque aún queda un largo camino para utilizar este material en la práctica médica habitual, sin duda estos resultados suponen una esperanza para los pacientes aquejados de este tipo de enfermedades.
... se aconseja a los pacientes con esta enfermedad evitar suplementos con vitamina A, utilizar gafas con protección ultravioleta y, en cuanto se detecten los primeros síntomas, acudir a un especialista para intentar mejorar su calidad de vida empleando la visión periférica.