Una nueva investigación pone en jaque a los promotores de la Programación Neurolingüística (PNL). Psicólogos británicos liderados por Richard Wiseman de la Universidad de Hertfordshire, han demostrado que el postulado básico de la PNL que sostiene que es factible saber si una persona miente gracias al movimiento de sus ojos, es –paradójicamente- una gran mentira.