La práctica de la religión, en cualquiera de sus variables, parece ser una constante a todas las comunidades humanas a lo largo y ancho del mundo. ¿De dónde surge esa necesidad de vida espiritual? ¿Pueden encontrarse comportamientos similares en otros animales?
On February 17, 1600, Dominican friar, philosopher, mathematician and astronomer Giordano Bruno was burned on the stake after the Roman Inquisition found him guilty of heresy. His cosmological theories went beyond the Copernican model in proposing that the Sun was essentially a star, and moreover, that the universe contained an infinite number of inhabited worlds populated by other intelligent beings.
La excusa más trillada que suele utilizarse para hacer apología a las religiones, en particular al cristianismo, es aquella en la que se esgrime que esta fe impulsó la era de la razón; es decir, que el conocimiento científico nunca habría tenido lugar sin las contribuciones relacionadas a la “doctrina” de Jesucristo. Este argumento sería…
Se da una controversia de que el cristianismo no surgido de la ciencia, pero sin embargo destaco este apartado" Tendemos a pensar que creer en Dios es una religión y que por tanto el no creer no es religión. Pero la verdad es que es más exacto decir que el punto de vista que uno tenga de Dios -sea cual sea- es una creencia religiosa” (Thomas Jefferson)."
El autor analiza un artículo en el que se citan frases atribuidas a Thomas Jefferson y Albert Einstein para respaldar la idea de que la creencia en Dios es una creencia religiosa. Sin embargo, el autor cuestiona la autenticidad de estas citas y señala que Jefferson y Einstein tenían posturas más cercanas al deísmo y al agnosticismo que al cristianismo.
El autor también critica la postura creacionista y la refuta citando la teoría de la evolución de Charles Darwin y otros trabajos científicos. Además, argumenta que la cantidad de científicos creyentes no respalda la superioridad del teísmo, ya que el peso de las creencias religiosas no se basa en la cantidad de personas que las profesan, sino en la evidencia y la carga de la prueba.
Finalmente, el autor sostiene que la fundación de universidades prestigiosas no es exclusiva del cristianismo y menciona la existencia de instituciones de educación superior en la antigua Grecia, el mundo islámico y otras culturas.
¿Cómo llegó el darwinismo a España? Parte 10: Los traductores ¿Cómo llegó el darwinismo a España? Los Traductores Si preguntase por la calle cuál fue la primera traducción de Darwin que llegó a España estoy bastante convencido de que la
¿Cómo llegó el darwinismo a España? Parte 8: Los detractores – Gobierno y Universidad ¿Cómo llegó el darwinismo a España? Los detractores - Gobierno y Universidad Pocos artistas reflejaron el tiempo que les tocó vivir mejor que Goya. Su
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¿Cómo llegó el darwinismo a España? Parte 1: Antecedentes.
¿Cómo llegó el darwinismo a España? Los antecedentes ¿Cómo llegó el darwinismo a España? Los antecedentes
Si algún día estáis visitando Londres y paseáis de compras por la populosa Picadilly Street, quizá os apetezca asomaros a una de las bocacalles que se abren antes de llegar a Green Park para visitar uno de los lugares más emblemáticos, y aun así más desapercibidos, de la Historia de la literatura y la ciencia. También os advierto que en la actualidad apenas queda nada de aquel mítico número 50 de Albemarle Street, sede de la Editorial John Murray, salvo una pequeña placa en la pared de un bloque de apartamentos ahora dedicados a viviendas particulares.
Autores como Jane Austen, Lord Byron o Herman Melville publicaron sus trabajos bajo el sello de la familia Murray. Exploradores y aventureros como David Livingstone, Henry Walter Bates o Francis Leopold McClintock narraron sus viajes por la selva, el desierto o el polo entre sus páginas. Y cómo no, naturalistas y científicos como Charles Lyell o Charles Darwin cambiaron el mundo con las obras más polémicas y famosas publicadas en aquella época.
Número 50 de Albemarle Street, Londres. Imagen Javier PeláezNúmero 50 de Albemarle Street, Londres. Imagen Javier Peláez
El 24 de noviembre de 1859, en una nubosa mañana típica del lugar, aparecía la primera edición del Origen de las especies de Charles Darwin. Tan solo se pusieron a la venta 1250 ejemplares que se esfumaron ese mismo día ante la sorpresa del propio editor.
A partir de aquí el carrusel de nuevas ediciones, impresiones y traducciones del texto a docenas de idiomas fue imparable e hizo que la Teoría de la selección natural se extendiera como un reguero de pólvora por todo el mundo en apenas unos años.
1ª EDICIÓN ORIGINAL 24 noviembre 1859. 1250 ejemplares agotados ese mismo día 1ª EDICIÓN ORIGINAL 24 noviembre 1859. 1250 ejemplares agotados ese mismo día
El 07 de enero del año siguiente (1860) salió una segunda edición y aparecieron las primeras de Alemania, Holanda y Estados Unidos. En 1861 Murray ya iba por la tercera edición original y nuevos países se iban uniendo a su traducción. Algunos como Alemania, Suiza o Rusia incluso ofrecían dos ediciones por esta época.
¿Y España?
En 1863 se publica la cuarta edición inglesa y el fenómeno ya es imparable… Nueva traducción de la segunda edición en Francia (1867), terceras ediciones en Suiza, Alemania, incluso Estados Unidos mediante la editorial oficial Appleton va ya por la cuarta edición del libro.
¿Y España?
En 1866 sale la quinta edición del Origen de las especies… A estas alturas en Estados Unidos Appleton lleva ya cinco ediciones, Suiza otras cuatro ediciones, Francia tres, al igual que Rusia. Países como Italia o Suecia se unen al carro y ya han publicado la obra en sus correspondientes idiomas.
Pero, ¿Y España?
1872, con grandes cambios tanto de estructura como de contenido, Charles Darwin y John Murray publican la sexta y última edición del Origen de las Especies. Si alguno de vosotros entra hoy en cualquier librería del planeta a comprar un ejemplar de esta obra de Darwin lo que encontrará es esta sexta y última edición de 1872. Un año antes (1871) autor y editor habían publicado en dos volúmenes la flamante primera edición del Origen del Hombre.
Más de una década después de aquella nubosa mañana de noviembre la célebre obra del naturalista tenía traducciones y ediciones en Dinamarca, Polonia, Hungría… Europa entera se leía con avidez las páginas de la cubierta verde, se debatía con intensidad los aspectos de la evolución y se polemizaba sobre sus posibles repercusiones en la biología, la teología, la sociedad, la economía…
Los habitantes del mundo antiguo no siempre creían en dioses, según sugiere un nuevo estudio – arrojando dudas sobre la idea de que la creencia en una religión es “una configuración por defecto” en los humanos.
A pesar de verse excluidos en grandes parte de la historia, los ateos medraron en las sociedades politeístas del mundo antiguo – lo que genera grandes dudas sobre si los humanos están realmente “predeterminados” para a religión – según sugiere un nuevo estudio.
¿Cómo llegó el darwinismo a España? Parte 9: Los conciliadores ¿Cómo llegó el darwinismo a España? Los conciliadores “Mucho antes de que el lector haya llegado a esta parte de mi obra se le habrá ocurrido una multitud de dificultades.
Para mí, la existencia de un Jesús histórico es completamente irrelevante — si insisten, señalaré que no hay evidencia para afirmar más allá de la duda razonable que en la Palestina del siglo I existió un humano sobre quien se creó el mito del zombie judío. Y lo que se puede afirmar sin evidencia se puede descartar sin evidencia.
Sin embargo, aún en pleno siglo XXI muchos dan por cierta la existencia de la figura central del mito cristiano. En 2002, Popular Mechanics publicó cómo habría sido la cara de Jesucristo, o sea, de un hombre de Oriente Medio de hace más o menos dos mil años, según la ciencia forense. La imagen revive como un dèja vu todos los diciembres y este no fue la excepción.
Sólo que esta vez el historiador chileno Alfredo Jocelyn-Holt decidió ofenderse por la imagen —¡13 años después!— y escribió una columna lloriqueando porque Jesús no es tan blanco como a él le gustaría. (De hecho, lo dice con otras palabras — Jocelyn-Holt se queja porque, si hubiera existido, entonces Jesús resultaría "menos alto, nada sublime", "común y corriente", "plebeyo" y "cero imponente, majestuoso o excepcional".)
¿Cómo llegó el darwinismo a España? Durante las últimas semanas he estado publicando una serie de artículos en el Cuaderno de Cultura Científica de la UPV/EHU con el objetivo de dar a conocer algunos de los personajes e historias que se
¿Cómo llegó el darwinismo a España? Parte 2: Los adelantados ¿Cómo llegó el darwinismo a España? Los adelantados Sevilla, 1844. El sol aún no ha salido y la incipiente luz del alba deja ver entre la penumbra una silueta que asoma junto a la
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El hecho religioso y su incidencia en España Diario Progresista Absolutamente nada que ver con las verdades supuestamente reveladas por la divinidad, de forma que la ciencia se convierte en el máximo oponente de las creencias religiosas.
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