Seré breve señor presidente, no por respetar su preciado tiempo sino por no perder un solo segundo del mío, al menos ningún segundo más del los estrictamente necesarios para exponerle una cuestión que me preocupa y repercute en la ciudadanía. Me gustaría, señor Rajoy, que ante el último escándalo de corrupción y estafa que le ha estallado en las narices a usted y a los contribuyentes (me refiero a las tarjetas black), actuara como lo haría un presidente de talla de esos que transmiten seguridad, en vez de incomodarnos con sus pasmadas ausencias, dedicarse a leer con apática retórica lo que otros le escriben y repetir los mantras que sus asesores le embuten a modo de consignas partidistas más que gubernamentales.
Le censuro, señor Rajoy, la esquiva actitud que usted y su gobierno han adoptado ante el escandaloso caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid, y en especial al trato preferente que le están otorgando al militante del Partido Popular, señor Rodrigo Rato; por ello, como ciudadano que paga sus impuestos, le exijo que se defina ante esta nueva inmoralidad que nos encumbra una vez más en el podio de la corrupción convirtiéndonos en un hazmerreír y el país que mas impunidad confiere a quienes malversan el dinero público en toda la Europa democrática.
Añado: Son ustedes, no solo corruptos, sino que han hecho de la mezquindad y de la mediocridad, un arma de destrucción masiva.
DIMITIR, Dimisiones varias, seria uno de los mínimos gestos que se les podría "ocurrir".
Por favor, por la salud mental de todos los pueblos de España, de todos los ciudadanos y ciudadanas de estos países, DIMITAN.
Entre otras cosas en una cuestión de salud publica.
NUESTRAS SOCIEDADES PUEDEN ENFERMAR EN CUALQUIER MOMENTO, y ello haría del ebola una cuestión menor.