Las emisiones directas de gases de efecto invernadero en Navarra mantienen una línea descendente desde 2011, y en 2013 (último año registrado), se redujeron un 4,3% frente al año anterior.

Aunque la emisión ha aumentado un 28,7% respecto al año 1990, Navarra ha cumplido los objetivos del Protocolo de Kyoto, según se recoge en el inventario realizado por Medio Ambiente. Las emisiones directas son las que se producen físicamente como consecuencia de actividades de combustión, procesos industriales o producción asociada al sector primario.