(2019-04-10) Suponen una apuesta firme en energía renovable y sostenible. Reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, la carbonización de las ciudades y la dependencia del exterior, e incluso sirven para poner en valor los recursos locales de la extensa masa forestal de Navarra, reduciendo el riesgo de incendios y generando empleo en zonas rurales que sufren el problema de la despoblación.
Las calderas de biomasa “son el futuro”, tal y como explicaba ayer Maitane Zazu, técnica de Nasuvinsa. Junto a ella, una veintena de técnicos participantes en los proyectos europeos Rehabilite y Promobiomasse visitaron ayer la primera de ellas, instalada en Sarriguren, que surtirá a unas 51 viviendas de alquiler de las que dispone Nasuvinsa.