(2019-06-04) El bigdata tiene sus ventajas. Un análisis multifactorial sobre las condiciones de vida de millones de ciudadanos de Cataluña arroja un resultado que ocupó por unas horas las portadas de los medios de comunicación. En una de las regiones más prósperas de Europa (con 30.000€ de renta per cápita), la brecha de la desigualdad medida en esperanza de vida al nacer entre los más ricos y los más pobres es nada más y nada menos que de 12 años. Quienes duden de la métrica de la desigualdad, aquí tienen un valor que debería sacudir el debate, incluidos los que padecen aparofobia.
Porque, en realidad, estamos planteando un dilema moral que atañe directamente a la noción de mercado y que contrapone la eficiencia económica (el índice de progreso económico) y la justicia económica (la aceptación y sostenibilidad de un determinado sistema social). Para algunos economistas el problema, sin embargo, no es la desigualdad sino la pobreza y esta se combate mediante el despliegue de la igualdad de oportunidades. La cuestión es que esta dialéctica viene de lejos. Es el capitalismo, amigos.
Disponible para NASUVINSA: H:\03_LURSAREA\Hemeroteca\2019-06-04 DNav p.012 Economía para una prosperidad inclusiva.pdf