(2018\05\28) Estamos viviendo de forma seguramente inconsciente una tercera burbuja de consecuencias imprevisibles. Primero fueron los desahucios a propietarios de pisos imposibles de pagar por precios inflados;después tocó la orden de “alzamiento” a quienes no podían pagar alquileres en un mercado que se puso por las nubes. Y ahora se suman aquellos a los que se les niega la renovación del contrato de arrendamiento después de tres años (particulares y bancos o sus sociedades y fondos buitre) avalados por la actual ley de arrendamientos urbanos. Las imágenes de hacinamiento con familias enteras viviendo en un piso han regresado. La PAH de Pamplona acaba de presentar un informe con una batería de propuestas al Ayuntamiento de Pamplona y al Gobierno de Navarra ante las dificultades de acceso a la vivienda de los sectores más vulnerables.