(2016/01/20) Un kilómetro cuadrado de pueblo en el que confluyen los dos ríos más caudalosos de la Comarca de Pamplona: Ultzama y Arga. Y además con una alta densidad de suelo urbanizado. Son las particularidades hidráulicas y medioambientales de Villava, de ahí que sus vecinos se echen a temblar cada vez que caen dos gotas de más. Máxime después de las riadas de junio de 2013, que afectaron especialmente a la localidad y anegaron buena parte de la villa.
Por eso el Ayuntamiento viene realizando un importante esfuerzo en esta materia, y por eso encargó también un informe de necesidades ambientales elaborado por Mónica Cárcar, ingeniera de Caminos y especialista en Hidráulica Ambiental, y la bióloga Itziar Almarzegi, estudio que trasladó la semana pasada a la directora de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Eva García, y el director del Servicio del Agua, César Pérez. En él se proponen una serie de actuaciones, siguiendo criterios técnicos y ambientales, que permitan mejorar la situación del entorno fluvial del municipio para minimizar los impactos de las avenidas y maximizar al mismo tiempo los beneficios ambientales. El alcalde de Villava, Mikel Oteiza, celebró ayer la “buena acogida” por parte del Ejecutivo de las medidas planteadas.