(2019-06-05) El primer ministro francés, Édouard Philippe, asegura que es una “primicia mundial”. En cualquier caso, será una medida que buscará acabar con un “despilfarro escandaloso”, el de los millones de productos no alimentarios -desde ropa a productos higiénicos y cosméticos o electrodomésticos- que cada año son destruidos porque no se venden.
Francia pretende prohibir a partir de 2023 esta práctica, ampliando así una medida que ya se aplica a los alimentos. En vez de tirar y destruir, reciclar o donar. Esa es la consigna que el Gobierno francés quiere convertir en ley para cumplir con el espíritu de economía circular de estos tiempos, según informa El País.
Según cálculos del Ejecutivo, cada año se tiran o destruyen en Francia 650 millones de euros en productos no perecederos. “Es un despilfarro que choca, que desafía la comprensión”, dijo Philippe al anunciar este martes la normativa junto con la secretaria de Estado de Transición Ecológica, Brune Poirson.