Todas las grandes empresas o grupos de sociedades con presencia en Navarra, en torno a 2.000, deberán contar en el plazo de nueve meses con una auditoría energética que cubra como mínimo el 85% de su consumo total. De manera voluntaria, podrán cumplimentarla el resto de sociedades.


Esta medida, derivada de la transposición a través de un Real Decreto de una directiva europea sobre eficiencia energética, trata de reducir el consumo energético y las emisiones de efecto invernadero, así como la dependencia energética del exterior, en consonancia con los objetivos de la Unión Europea.