Cuando compramos agua mineral embotellada nos aseguran en las etiquetas que viene de las mejores montañas o manantiales de nuestro país. Nos imaginamos lagos cristalinos o riachuelos prístinos. Sin embargo, la realidad suele ser que la bebida que se encuentra en su interior no es tan pura como aseguran. De hecho, hay quien afirma que el agua embotellada no es buena para la salud.