¿Te has planteado alguna vez la de información útil, a veces incluso trascendental, que acumulamos en la cuenta de correo? Así, a bote pronto, se me ocurre que podemos tener correos con datos bancarios, contraseñas de sitios en los que nos hemos registrado, billetes de avión o documentos que ya sólo llegan por correo electrónico, como puede ser un seguro de un coche o un recibo de teléfono. Y ahora, ¿te has planteado alguna vez que significaría perder toda esta información?
Via Gumersindo Fernández