No pocas veces nos hemos podido encontrar con afirmaciones como las que exhibe la imagen que encabeza este artículo. Cada cierto tiempo, la red se ve inundada por noticias o anuncios que prometen que ha sido hallada una cura para la diabetes en Stevia rebaudiana, un tratamiento para el cáncer basado en oler limones o un remedio contra el ébola en alguna exótica planta de la familia de las Clusiáceas.

Una gran parte de las veces se escudan en afirmaciones como que la medicina moderna tiene su origen en las plantas, o que a la malvada mafia de la industria farmacéutica no le interesa que tal o cual remedio salga al mercado. Incluso en ocasiones, como el del sonado caso de cierta presentadora de un programa matinal de la televisión pública, sustenta sus aserciones en un supuesto estudio científico que dice que así son las cosas.
Pero parece que, en realidad, las cosas no son tan sencillas.