Hace cuatro años que a Mario le diagnosticaron leucemia en el hospital Arnau de Valencia. Solo tenía 21 años cuando la enfermedad, seis meses después de ser detectada allá por enero de 2014, derivó en el fallecimiento del joven. Su padre, Julián Rodríguez, recuerda aquel día con tal detalle que parece que fue ayer. Quizás tal precisión se debe a lo que vino después, cuando la pseudociencia y un “sinvergüenza” aparecieron en su camino.