Twin Peaks 03: Un lienzo de 18 Horas | Mínguez Martín |  | Comunicación en la era digital | Scoop.it

La última creación de David Lynch, estrenada simultáneamente en todo el mundo el presente año 2017, ha sido una sorprendente continuación del serial que inició en 1990 pero del que se ha despegado en forma y narrativa convirtiendo una serie de televisión en una obra artística que linda con el videoarte y que bebe de los artistas más pictóricos más importantes del Siglo XX. El tránsito del uso de los soportes químicos de registro de imágenes a soportes digitales en pequeños cortometrajes que realizaba para su sitio web, cambiaron su forma de expresión, culminando en un largometraje, Inland Empire (2006). Desde entonces toda su creación artística ha cambiado por completo, alejándose de la industria de Hollywood hasta hace tres años cuando acordó continuar la serie de Twin Peaks cancelada en 1991. A través de analizar el contenido de la obra de Lynch veremos que artistas como Francis Bacon y Edward Hopper sobrevuelan constantemente la producción de Lynch, pero limitarse a enumerar las influencias nos deja a medio camino, no es el contenido pictórico lo que alza esta obra como singular y pionera en el audiovisual narrativo de consumo masivo a través de la televisión. Ha sido el cambio de paradigma, el tránsito entre técnicas cinematográficas lo que ha posibilitado un cambio de proceso creativo que ha llevado a la conclusión de esta obra como un producto más allá de la narrativa televisiva.