Comunicación en la era digital

En los últimos años, la acción de sacar selfies se ha establecido como una práctica cotidiana frecuente, especialmente entre –aunque no limitada a– los jóvenes. Sacar una selfie es una práctica significante que amerita una aproximación desde la semiótica. Este artículo estudia el carácter semiótico de la práctica de sacar selfies. Concretamente, se discute su naturaleza y se presenta una posible segmentación de la práctica en unidades menores. Además, se argumenta por qué, en el escenario de exhibicionismo online extendido en el que vivimos actualmente y que la antropóloga Paula Sibilia denomina ‘show del yo’, la práctica de sacar selfies cumple una función central como modo de hacer evidente la presencia del autor ‘real’, offline, en la narrativa identitaria que se construye online. En el marco de las dinámicas de autorrepresentación online y en línea con la idea de que las identidades online son construidas de manera activa, se discute por qué las selfies deberían ser abordadas como artificios semióticos complejos y heterogéneos y, en particular, cómo contribuyen a la creación de la identidad online de sus autores.

Los términos anglosajones yóicos: Self-media, “Cultura selfie”, “selfimanía” nos describen los nuevos modos de conducta comunicacional, preñados de narcisismo, pero el control remoto y el zapeo han posibilitado el empoderamiento de este nuevo personaje incómodo para los medios y los investigadores el “homozapping”. A este fenó- meno se dedica nuestro dossier. Los sentimientos de la comunidad nacional, el affaire de los papeles de Panamá, el marco y los asedios de la libertad de expresión, la memoria de Zapata, el futuro de Internet, la incertidumbre madurista, y otros temas de actualidad, que evitan la huida del contexto, completan este número, q

¿Qué significa “rostro latinoamericano”? ¿No son los rostros biológicos, sociales, culturales y representados de América Latina parecidos a otros rostros de otros continentes? ¿Subrayar su peculiaridad no expone quizás al riesgo de atribuir una esencia artificial a un conjunto de estereotipos y prejuicios? El rostro es un objeto complejo desde su propia definición lingüística:  cara, semblante, rostro son lexemas que, dentro de una sinonimia superficial, designan matices distintos de una entidad misteriosa. El desafío es grande cuando se elige enfatizar la dimensión geo-cultural. El rostro cesa de ser un conjunto de células biológicas y se vuelve una colmena de células semióticas, cuya configuración y reconfiguración trabajan incesantemente signos, discursos y textos variados, con complicados efectos de superposición en el tiempo y en el espacio. Nuestras caras son enjambres semióticos constantemente mutantes, pero no son amorfos. La hipótesis que subyace en este número especial con que deSignis inaugura la colección HORS SERIE  es que una semiosfera tan problemática y conflictiva como la de América Latina, donde a menudo los rostros se vuelven imágenes de dominación y poder, y al mismo tiempo de rescate y liberación, presenta la paradoja del rasgo individual y del colectivo.

Tiene como objetivo principal analizar las diversas estrategias implementadas por los usuarios al momento de producir y compartir selfies en las redes sociales y a su vez, comprender cómo los selfies contribuyen a la construcción y reconstrucción de sus identidades virtuales. Buscamos categorizar también los motivos fundamentales por las cuales los individuos incurren en estas prácticas, además de documentar la evolución de las tecnologías de la información y su repercusión en los usuarios.

El estudio de internet resulta de suma importancia en tanto que ya forma parte del proceso social de los individuos. La red ha penetrado de tal forma en la sociedad que se ha convertido en uno de los principales medios de comunicación de masas y, gracias a la evolución que ha sufrido en los últimos años, en el medio que ha dado lugar a lo que se denomina el medio de autocomunicación de masas por excelencia. En este contexto, resulta importante analizar las formas de interacción que los jóvenes desarrollan a través de estos espacios de comunicación y cómo estos les facilitan herramientas para manifestarse tanto dentro como fuera del ciberespacio. ¿De qué forma las redes sociales online como Facebook inciden en la manera en la que los jóvenes se comunican entre ellos? El objetivo principal de este trabajo es por tanto el analizar los diferentes usos comunicativos que hacen de Facebook, la red social online con mayor número de usuarios en España, lo universitarios madrileños. Se trata de determinar cómo los jóvenes participan en los escenarios comunicativos presentes en las redes sociales, así como de examinar cuáles son los principales códigos y claves comunicativas empleadas por éstos para proyectarse e identificarse con sus iguales. A pesar de que se cuenta con un gran número de investigaciones sobre redes sociales online y jóvenes, la mayoría de ellas carece de una metodología rigurosa o no cuenta con una muestra representativa. La propuesta metodológica de esta investigación se basa en la triangulación de distintas metodologías aplicadas a una muestra de 250 usuarios de Facebook estudiantes de universidades madrileñas. Las herramientas elegidas son principalmente de base cualitativa, teniendo como punto de partida la etnografía virtual: análisis de los perfiles, análisis visual de las fotografías, seguimiento de bitácoras, grupo de discusión y análisis cualitativo de los Me gusta. Lo primero que se observa tras el análisis de los resultados es la forma en la que Facebook entretiene a los jóvenes: lo que ellos denominan el cotilleo. Se conectan simplemente para mirar lo que han hecho los demás. Sin embargo, los jóvenes también emplean la red social para comunicar su propia identidad. No sólo a través de la imagen, elemento primordial de Facebook para los jóvenes, sino también a través de enlaces, vídeos o manifestando sus pensamientos en unas breves líneas en su estado. Es quizás una de las razones del éxito de la red social, porque los jóvenes aseguran que antes no tenían un espacio en el que expresarse de esta forma. Además de comunicar su propia identidad al resto del mundo, la red social está sustituyendo a formas de comunicación tradicionales como el cara a cara o a través del teléfono. Las conclusiones ponen de manifiesto que los jóvenes parecen no tener problema en compartir su edad o lugar de origen, pero se muestran reticentes a dar a conocer cuestiones más personales, como su orientación sexual. Y, aunque la interactividad es uno de los sellos distintivos de los nuevos medios de comunicación, los usuarios de las redes sociales pasan una cantidad considerable de tiempo sólo contemplando a otros. Los resultados del análisis revelan que las fotografías que comparten los jóvenes universitarios no suelen dejar plasmada la personalidad de los usuarios sino que responden a convenciones visuales generales. Existen unos códigos que se respetan como forma de aceptación por parte del grupo. Entre los universitarios lo importante es dejar patente que se cumplen los rituales festivos tradicionales de la vida universitaria. En general, los jóvenes registran poca actividad en Facebook, siendo su acceso a la red social un comportamiento más bien pasivo. Sin embargo, a pesar de la relativamente poca actividad, es posible determinar aspectos concretos de la personalidad de los jóvenes universitarios analizando la información que comparten en Facebook.