Comunicación en la era digital

Como ha sucedido con la mayoría de los avances en las tecnologías de la comunicación a lo largo de la historia, la teoría social ha escogido un enfoque antropocéntrico a la hora de analizar el Ciberespacio. Al situar al ser humano en el centro del modelo teórico, en lógica consecuencia, sus conclusiones se han orientado a describir los efectos positivos o negativos del fenómeno sobre la sociedad y el individuo. Sin descartar la validez o necesidad de estas perspectivas, cuyo génesis y evolución abordamos de manera sintética y diacrónica, nos proponemos superarlas al objeto de comprender mejor el funcionamiento del Ciberespacio. Para ello, aplicaremos al estudio del Ciberespacio el enfoque sistémico de Niklas Luhmann, que propone una superación del antropocentrismo, que él consideraba un “obstáculo epistemológico” siguiendo la definición de Gaston Bachelard. Para Luhmann el elemento característico de los sistemas sociales no eran los individuos, sino las comunicaciones. A partir de la aplicación de este nuevo paradigma, analizaremos si el Ciberespacio cumple con las características centrales de los sistemas sociales o si funciona como un entorno social. En las conclusiones, observaremos que el Ciberespacio es en parte un sistema y en parte un entorno, es decir, lo que denominaríamos como un hipersistema social: es un sistema de comunicación autónomo y autoproducido tecnológicamente, pero es a la vez el entorno del sistema social, representando en sí mismo la posibilidad para el aumento de su complejidad.