La redención de las masas: flashmob y multitud 2.0 / Manuel Arias Maldonado | Comunicación en la era digital | Scoop.it

En 2008, setecientas personas entraron concertadamente en un McDonald’s de la Odeonsplatz de Mu­nich y adquirieron 4.385  hamburguesas; dos meses más tarde, en Berlín, la cifra ascendió a 10.355. En Estocolmo, en julio de 2009, trescientas personas desperdigadas por la ciudad bailaron al ritmo del Beat it de Michael Jackson; en Madrid, con motivo del Día del Orgullo Gay de 2010, cientos de personas escenificaron una coreografía para la cantante Kylie Minogue. Y en febrero de 2012, los empleados de Southwest Airlines celebraron el primer vuelo de la compañía ejecutando un baile colectivo en el aeropuerto de Atlanta.
De manera que no diga multitud, diga flashmob. Porque todos estos sucedidos tienen en común pertenecer a la familia concep­tual del mismo nombre, que podría traducirse como «multitud instantánea» y que designa precisamente eso: una concentración súbita de personas en un lugar público, con objeto de hacer algo inusual antes de dispersarse otra vez.