La sensación de control es una de las características más atractivas de los videojuegos y se consigue mediante la narrativa y la jugabilidad. Las aventuras gráficas tradicionalmente han ofrecido pocas opciones de control por sus limitadas interacciones. Sin embargo, este artículo estudia las nuevas características que ha desarrollado este género en su auge de la última década y que sí prometen este control. Este trabajo identifica los elementos dramáticos, las mecánicas jugables y el diseño estructural que ofrecen la sensación de control. Con este marco se analiza The Walking Dead (2012), la aventura gráfica que cambió e impulsó el género y cuya fórmula han adaptado posteriores juegos.
aDResearch ESIC International Journal of Communication Research, Vol 28 · Segundo semestre, julio-diciembre 2022