Adri Vainilla. Cómo se construye el capital social en redes sociales / Víctor Omar Vite León | Comunicación en la era digital | Scoop.it

Según Guido Caldarelli y Michele Catanzaro, las redes sociales están presentes en la vida diaria de las personas. En un día normal comprobamos el correo electrónico, actualizamos los perfiles en las redes sociales, hablamos por el teléfono móvil, usamos el transporte público, viajamos en avión, transferimos dinero y trasladamos mercancías o iniciamos nuevas relaciones personales y profesionales (2014: 11). En el caso de los sitios web de redes sociales, José Van Dijck sostiene que estos se han convertido en un espacio fundamental para la acumulación de capital social (2016: 85). Este es el contexto en el que se sitúa este estudio. En el intentaremos comprender cómo se construye el capital social en redes sociales. Para ello analizaremos el perfil de Instagram de Adri Vainilla. Adri Vainilla se define a sí misma como “Intérprete desconocida, ermitaña exhibicionista, feminista femenina. Amante de la fotografía erótica y pornográfica. Encanto, luego canto” (2016a). En su perfil, abundan los selfies, un tipo de autorretrato fotográfico que por lo general se toma con una cámara digital de mano o teléfono con cámara. Este hecho, emparenta su trabajo con el de las fotógrafas Natacha Merritt y Cindy Sherman. Siguiendo los principios del interaccionismo simbólico, en dicho análisis nos centraremos en el “cómo”. Según Howard Becker todo el mundo conoce el truco de preguntar “¿cómo?”, no “¿por qué?. Sin embargo, por alguna razón, preguntar ‘¿por qué?’ “parece más profundo, más intelectual, como si preguntáramos por el sentido más hondo de las cosas, a diferencia de la simple narrativa que evocaría el ‘¿cómo?’ (2010: 85). Luego del análisis, coincidimos con lo señalado por Nicholas Mirzoeff al reseñar al profesor de sociología Ben Agger. Según Mirzoeff, Anger sostiene que el selfie es la mirada masculina convertida en viral, que forma parte de lo que él denomina “el juego de la cita y el apareamiento” (2016: 64).