Los tropos de la literatura detectivesca han sido desafiados, subvertidos y reapropiados por autores tales como Robert Coover o Paul Auster, quienes ejemplifican la esencia de la literatura posmoderna de detectives. En estas historias, resolver el misterio no es central a la historia, y la investigación cambia de rumbo, hasta incluso perderlo, al volverse una peripecia, para descubrir algo completamente distinto. En algunos casos, el detective, junto al lector, explora un espacio enciclopédico de información sin llegar a resolver el caso. Este artículo examina cómo los videojuegos abren camino en el género de historias de detectives posmodernas a través de su comparación con sus homólogos literarios. Los videojuegos pueden hacer que el jugador explore aspectos de la narrativa que no son directamente relevantes con respecto al misterio que se ha de resolver, o crean un misterio que pude ser inestable y que depende de las elecciones del jugador. Las novelas analizadas son Noir (2008), de Robert Coover, y Ciudad de cristal (City of Glass, 1985), de Paul Auster, que son comparadas con los juegos Her Story (Sam Barlow, 2015), Blade Runner (Westwood Studios, 1997) y Deadly Premonition: Director’s Cut (2010). Esta comparación nos permite identificar tres características básicas de la literatura posmoderna de detectives que se traducen en los juegos digitales: la ciudad como espacio navegable, identidades inestables y referencias metaficcionales
L'Atalante. Revista de estudios cinematográficos, n° 31 (enero - junio 2021)