The Astrophysical Journal publicó en su edición centenaria de 1999, una colección de 53 documentos fundamentales del siglo XX. La tesis de Beatrice Tinsley sobre la evolución de las estrellas y el gas en las galaxias, fue uno de ellos. Esto es, sin lugar a dudas, excepcional puesto que son contados los científicos que resuelven un problema fundamental como parte de su tesis. De hecho, el resto de su vida lo dedicó, en su mayoría a la mejora de la solución y al análisis de sus implicaciones en otras áreas de la astronomía y de la cosmología.
Beatrice Muriel Hill nació en 1941 en Chester, Inglaterra y fue la segunda de las tres hijas de una familia con raíces galesas. De sus padres Edward E O Hill y Jean Morton, heredó la pasión por la música y la literatura, llegando a convertirse ella misma en una selecta violinista. A los cinco años, su padre aceptó el primero de una serie de cargos en la Iglesia Anglicana de Nueva Zelanda que culminaron con la vicaría de New Phymouth, en la costa oeste de North Island. Con el tiempo pasó al mundo laico como alcalde de la ciudad y poco a poco se debilitaron sus lazos con la iglesia.