Hablar con alguien por videoconferencia es algo a lo que todos estamos acostumbrados. Quién nos iba a decir a los más veteranos del lugar que iba a ser posible escuchar y ver a alguien en tiempo real sin importar en qué rincón del mundo se halle y a un coste más barato que una llamada de teléfono internacional.
Via Gumersindo Fernández