Me gusta imaginarme a los docentes como electricistas que ayudan a sus alumnos a poner bombillas en el camino hacia sus sueños. Electricistas que saben que los sueños son una forma sencilla de aprendizaje compuesta de juego, aventura y riesgo gozoso. Que conocen la importancia de tener lo pies en el suelo, pero también lo importante que es poder "dibujar castillos en el aire", ser capaces de imaginar un mundo diferente.
Via Gumersindo Fernández