Lo cierto es que hay programas que no tienen alternativa de código abierto y que ni siquiera pueden utilizarse recurriendo a Wine. Sin embargo, gracias a la nube, podemos utilizarlos sin tener que cambiar de sistema operativo.
Dejémoslo en claro. Ninguno de estos programas es software libre, y en muchos casos para usarlos debes pagar una licencia.
Via Gumersindo Fernández