Activismo en la RED

Por medio de mi compañero y amigo Javier Sánchez (https://plus.google.com/116358672122464659765/posts) he tenido la oprtunidad de conocer el post que se adjunta.

He leido el post, he escuchado el video y me han gustado. Creo que de esta crisis tan grave que estamos viviendo, saldrá algo distinto y necesario. Pienso en positivo, creo que la sociedad, con los medios disponibles en la actualidad (Internet, social media, telefonía móvil, neurociencia, etc) no solo está en condiciones, sino que   está estimulada y poco a poco (como nunca) mas implicada y comprometida, (precisamente como respuesta a la crisis actual,  por todos los casos de corrupción, mala gestión y falta generalizada de ética), a un cambio profundo en la forma de hacer, en la forma de vivir el día a día.

Dicho esto, solo quisiera añadir dos cosas: 1.- este cambio profundo, esta transformación de lo social, debería ir acompañada de una reflexión, de un proceso de autocrítica y de transformación personal , y 2.- dicho cambio, tanto el individual como el colectivo, desde mi modesto punto de vista, requiere no solo un cambio de actitud generalizada en la forma de pensar sino de todo un proceso de adaptación, por tratarse de un auténtico cambio cultural.

Con ello, no quiero que se concluya que estoy dilatando, demorando la puesta en marcha de dicho cambio, sino que hay que empezar ya y hacerlo bien por parte de aquellos que no solo estén mas concienziados de ello, sino que, además, hayan asimilado los hábitos correspondientes en su vida diaría. Para terminar, transcribo una respuesta de Fernando Sabater (entrevista en La Provincia, Lunes 8 de abril de 2013, Las Palmas de Gran Canaria).

"Periodista: ¿Este momento tan duro que vivimos ha traído un resurgir de la exigencia moral o es sólo una falsa impresión?
Fdo. Sabater: Ojala que fuera así. Creo que debería traer primero una reflexión moral sobre la vida de cada uno. Pero sobre todo debemos hacer una reflexión sobre la necesidad política. La vida de un ciudadano en una democracia no puede carecer de dimensión política. El mundo no se divide entre los ciudadanos y los políticos, ni los políticos son una secta que ha llegado en un platillo volante para fastidiarnos a los demás. Los políticos somos todos y no tomar en cuenta esa dimensión es un error que trae graves consecuencias, como estamos viendo"