¿Es realmente el ChatGPT un enemigo de las aulas? Si se le pregunta, lo niega: «Como modelo de lenguaje, mi propósito es proporcionar información y conocimientos útiles a los usuarios que hacen preguntas o solicitan ayudas en un amplio rango de temas».
No le falta razón, gran parte del entorno educativo insiste en compararlo con Google o la Wikipedia, herramientas que llegaron y con las que la educación tuvo que convivir, beneficiándose de todas sus posibilidades. «El cambio de metodología es obligatorio, la educación deberá convivir con la inteligencia artificial. Es nuestra responsabilidad que este cambio sirva para personalizar la experiencia de aprendizaje para cada estudiante. El reto es ilusionante para instituciones abiertas al cambio, o alarmante para las que no lo estén», argumenta Guillem Garcia Brustenga, experto del eLearning Innovation Center de la UOC.