La Educación Disruptiva, en combinación con la IA, está transformando la Educación Superior al permitir una personalización profunda del aprendizaje, adaptada a las necesidades y capacidades individuales de cada estudiante. Este enfoque no solo mejora la experiencia educativa, sino que también optimiza la carga cognitiva, es decir, el esfuerzo mental que se necesita para procesar información y realizar tareas de aprendizaje, un concepto detalladamente estudiado por Sweller et al. (1998). Para entender cómo la IA puede optimizar esta carga, es necesario explorar los tres tipos de carga cognitiva: intrínseca, extrínseca y germana.