La era digital ha transformado radicalmente la manera en que interactuamos y nos relacionamos con la información y con otras personas. Sin embargo, esta transformación también ha traído consigo una creciente tendencia a depositar una fe ciega en las personas a través de las plataformas digitales. Esta fe ciega puede tener consecuencias significativas y, a menudo, peligrosas para nuestra comprensión de la realidad y nuestra capacidad para tomar decisiones informadas.